por Alex David Barreto Alfonso
A lo largo de la historia, siempre ha habido ciento de personas que
responden eficientemente a situaciones éticamente injustas, dando
lugar a nuevos movimientos, productos, ideologías o legislaciones
que hoy en día hacen parte fundamental en el diario vivir de miles
de millones de personas alrededor del mundo. Este grupo de
revolucionarios, inconformes, valientes, o como quiera referirse,
junto múltiples factores más han posibilitado avances en diversas
áreas del conocimiento y de la ciencia, específicamente, como se
desarrollará en este documento, un suceso que marcaría un antes y
un después en el mundo de la computación, con grandes repercusiones
a nivel social y cultural.
Ante
la forma en que empresas gigantescas del mundo de la tecnología como
Microsoft distribuían las licencias para que un selecto grupo de
empresas pudieran usar su sistema operativo, hace no más de 30 años
un grupo de jóvenes contraataco
con una filosofía totalmente opuesta a lo que proponía la
competencia en aquel entonces: crear una comunidad donde el software
se construyera comúnmente, sin secretos, con libertad y sin tener
que pagar para que funcionara en su máquina. Con Linux, se abría un
nuevo mundo donde todo aquel que tenía la voluntad de ayudar y el
sentido de comunidad podría formar parte.
La aparición de una comunidad que controlaba un sistema operativo de
estas características, paulatinamente cimento las bases para la
aparición de una amplia gama de aplicaciones, liberarías,
distribuciones etc.… donde cada desarrollador puede colocar una
pieza y hacer parte del propio sistema operativo. El despertar este
sentimiento ha sido clave en la consistencia en cuanto a
actualizaciones, seguridad, funcionalidades, interfaces y demás
elementos que resultan ser tan convenientes y útiles para sus
usuarios se refiere.
Conociendo
las características de Linux, es muy probable que en este momento se
esté preguntando el porqué del total de sistemas operativos en
computadores personales en el mundo, solo un porcentaje cercano al 2%
usa software libre, que al contrastarlo el 90% acaparado entre Mac OS
y Windows resulta sumamente inequitativo. Es innegable que Linux es
líder absoluto en supercomputación y es mucho más usado que
Windows en servidores, pero la historia es completamente diferente en
computadores personales, y esto tiene una razón
muy sencilla, los usuarios quieren que, al comprar su laptop, y es
que casi nadie quiere instalarse un sistema operativo, y por otra
parte los fabricantes de ordenadores tampoco están interesados en
romper el molde y tener sus propias "distribuciones". Los
únicos que hacen esto son Apple con sus MacBook, y Google con sus
Chromebook.
Las
cifras son aun mas bajas en América Latina, donde la gran mayoría
de países están en vía de desarrollo, y lo más preocupante, que
el panorama no parece prometedor. Es en este contexto donde se puede
identificar las posibilidades que brinda la tecnología y el software
libre en pro del desarrollo de países como el nuestro, suponiendo
una potencial oportunidad para que, junto a un impulso muy fuerte en
políticas de educación y fortalecimiento integral a nivel
tecnológico,soportado en las
características de software libre como Linux, por ejemplo,
fundamenten una transformación
que permita llegar a
un punto de inflexión a nivel social, cultural y económico tan
imperativo para nuestra generación.
Software libre, oportunidad y rebeldía. by Alex David Barreto Alfonso is licensed under a Creative Commons Attribution 4.0 International License.
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