Por: Catalina Páez
Un día soleado estaba una abeja muy trabajadora ayudando a construir el panal para toda la comunidad. Ella se sentía muy triste y decepcionada porque veía que su panal con todo el esfuerzo y dedicación que le empeñaban sus compañeros y ella no lograba que creciera. Así que salió volando hacia donde estaba la abeja reina para preguntarle qué pasaba, cuando llega allí se da cuenta que los trabajadores más fuertes estaban trabajando en la casa de la reina para que esta fuera más grande y fuerte que el resto del panal.
Al darse cuenta de esto la abejita decidió
salirse de esa comunidad y fue a formar parte de otra donde todos
aportaban a la mejora del panal y en las mismas condiciones. Si
alguna abeja quería mejorar específicamente alguna parte de su
interés, esta centraba sus habilidades y conocimientos
ajustando el lugar según sus gustos.
La abeja cuando llego a este panal podía por fin
cumplir su sueño de ser su propia arquitecta, sin necesidad de
seguir las reglas de la egoísta reina. Al ver tantos proyectos en
los que podía ayudar ella busco colaboradores que ayudaran a hacerlo
más rápido acabando las construcciones en menor tiempo que el resto
de abejas trabajando solas. Al aportar todas las otras abejitas ella
logro crear una comunidad más feliz, donde cada uno podía poner su
toque en el proyecto. También la abeja se dio cuenta que al estar
involucrados todos de la misma forma los errores en la construcción
del panal serían más fáciles de detectar pues habían más ojos
observando.
Aunque todo iba bien la abeja cayó en cuenta de
unas demoras que estaba teniendo en sus construcciones, entonces se
puso a analizar los procesos ahí se dio cuenta que muchas abejas
llevaban, traían y después instalaban los elementos para el
panal, al caer en cuenta de esto ella armo un plan en el cual dividió
las labores donde unas traían y depositaban y las otras ya cogían
los materiales para trabajar solo en eso. Esto hizo que las labores
fueran más precisas y organizadas.
Después de mucho esfuerzo el panal de la abeja
era el mejor de pradera, tanto que las agrupaciones detrás de las
montañas escuchaban de la gran colmena que existía a miles y miles
de kilómetros. La abeja después de tanto trabajo puedo descansar un
poco y viajar a ver como ayudaba a otras abejas a mejorar su colmena.
En uno de esos recorridos regreso a su colmena original para
encontrarla destruida, algunas de sus compañeras muy cansadas y
dándose casi por vencidas pero ella no lo iba permitir así que las
convenció con los cimientos de ese panal a comenzar una vida nueva.
Moraleja:
Permite que otros te ayuden, no seas orgulloso ni
envidioso de compartir tus conocimientos y experiencias. Esto hará
que los pasos que debes realizar en tu vida sean más fáciles,
realizables y viables.
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