POR: MARLON ESTEBAN LINARES ZAMBRANO
En los años noventa, el país recibió por primera vez un sistema
operativo de código abierto el cual tenia como filosofía la libre
distribución, modificación y uso. Este sistema operativo significó
un mundo nuevo para Colombia en materia de software y aplicativos.
Sin embargo, este modelo aún se encuentra en proceso de adaptación
a la cultura ciudadana colombiana debido a múltiples factores que a
continuación se especificarán. La pregunta a la que se le dará
respuesta en este escrito es: ¿En Colombia se puede pensar en un
cambio total de software privativo a software libre?.
Es
indispensable aclarar el concepto de software libre y como este trata
los derechos de autor y las respectivas licencias: “El
software libre es el software que, una vez obtenido, puede ser usado,
copiado, estudiado, modificado y redistribuido libremente. Suele
estar disponible gratuitamente en Internet”( Marino 2006. p. 121 ).
Esto quiere decir que una persona se puede hacer con una copia del
software con la cual puede realizar todo lo que desee siempre y
cuando esta no vulnere los derechos de autor originales.
Para
un país que actualmente maneja licencias privativas, pensar en el
cambio total de software supone un cambio total de creencias,
costumbres y métodos que se han mantenido los últimos años. Es un
proceso que se puede realizar si los promotores de la utilización de
software libre se enfocan en la labor de informar a la sociedad
colombiana los beneficios que traería implementar el software libre
en el país. Pero esto no es tan sencillo. Ya que esto tiene
implicaciones en los distintos campos que componen una comunidad.
(Economía, sociedad, cultura, entre otras).
El
golpe económico, ¿un cambio que podría desequilibrar las financias
colombianas?
Una
de las cosas que se piensa al momento de hablar de software libre es
el ámbito económico, y es normal. Pues el termino libre, o free
como
es su traducción, sugiere que estos sistemas no tendrán costo
alguno. En este punto los distintos equipos entran a jugar con sus
argumentos. Por un lado esta el gobierno, el cual recibe ingresos por
parte de los impuestos que genera la adquisición de software
privativo,
que a su vez generan gastos para el mismo gobierno.
Y
por
el otro lado se encuentran los usuarios directos que se encuentran
con una alternativa del software privativo que cumple con sus
necesidades. Es incorrecto afirmar que el gobierno en este caso tenga
razón, porque
en el caso hipotético del cambio tanto el gobierno como los usuarios
pueden verse beneficiados al reducir un gasto importante que cubra
esos huecos de impuestos que se pueden generar.
El
cambio de un software que brinda garantías a uno que no.
Es sabido y no es un secreto que el software privativo tiene una
meticulosa política de servicio al cliente a la hora de dar
garantías en el uso de sus productos. Por lo que las personas que no
son expertas en el campo de programación o desarrollo de software no
buscan al software libre como una alternativa. Sin embargo esto se
puede solventar teniendo a personas que si tienen la capacidad de
resolver estos problemas, cuando de empresa se habla. En el caso de
las personas del común se pueden brindar alternativas de información
para solucionar dichos problemas con los distintos programas.
En conclusión, este es un cambio que puede ayudar al país
significativamente, sin embargo el mismo país no se permitirá el
cambio drástico hasta que no se pueda cambiar el paradigma que trae
el software privativo. Cuando este cambio se pueda realizar, Colombia
podrá avanzar un poco mas hacia su camino de salir de la categoría
de país del tercer mundo abriendo mas posibilidades económicas,
políticas y de cultura de modernización tecnológica.
Referencias:
Mariño,
J. C. G. (2006). B-Learning utilizando software libre, una
alternativa viable en Educación Superior. Revista complutense
de Educación, 17(1), p.121.
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