Por : Juan Jose Bolaños Melo
Triste
y devastado, salio un día
un
pingüino
de
su pequeña casa de nieve.Se acababa de enterar de que pasaría
otro
año más
sin
poder competir en la carrera de moto nieve
más
importante
de todo el polo
sur,
esto debido a que no logro recaudar todo el presupuesto que se
esperaba para poder adquirir una de esas grandiosas motos que el
tanto anhelaba.
Al
salir de su casa el pingüino
decide
ir a tomar un poco de aire fresco a uno de los pozos que se
encontraba cerca a su refugio, pero de repente, mientras caminaba
cabizbajo y muy pensativo, choco fuertemente contra un objeto muy
pesado, luego de reaccionar el pingüino
se
dio cuenta de que este objeto con el cual había
tropezado
se trataba del triciclo de un bebe pingüino.Por suerte para el
pingüino
el
pequeño se encontraba muy bien de salud sin embargo este no paraba
de llorar. Su triciclo estaba
descompuesto
y ahora solo tenia pequeñas partes sin funcionalidad alguna. Pero
afortunadamente
no
todo era malo ya que en ese pequeño instante que vio el triciclo en
pedazos se le vino a la cabeza una fantástica
idea.
Al
día
siguiente
el pingüino
dedico
absolutamente todo su tiempo a la reconstrucción
del
triciclo, para luego de esto si poder dedicarse de lleno a la
fabricación
de
ese gran proyecto que iba
a
permitirle por primera vez en su vida poder alcanzar el sueño de
asistir a tan prestigiosa carrera.
Pasaron
los meses y esta cita deportiva cada vez estaba más
cerca,
el pingüino
se
encontraba a tan solo un mes de esta, momento preciso para darse
cuenta
de
que
todo
su esfuerzo no iba
a
servir para nada puesto que a pesar
de
tener un motor que estaba a la altura del de fabricas a disposición
de
los animales más
adinerados
del polo sur, este no contaba con el tiempo necesario para diseñar
las demás
piezas.
El
joven pingüino
muy
decepcionado con el mismo decide abandonar el proyecto, sin embargo
pensó
que
el trabajo realizado en todos esos meses podría
ser
de gran ayuda para otros pinguinos
que
podían
estar
pasando por su misma situación, así
que
decide publicar en la web no solo todo su conocimiento adquirido
sobre motos sino también
los
diseños logrados.
A
los pocos días
de
haber hecho la publicación
y
ya un poco más
resignado
el pingüino
empieza
a recibir
mensajes
de pinguinos
de
diferentes lugares del mundo, que curiosamente al igual que el
le
han dedicado tiempo a la fabricación
de
piezas para ese
vehículo.
Así
es
como él
recupera
la motivación
y
decide con ayuda de toda la comunidad que estaba en formación
seguir
adelante con este proyecto.
El
pingüino
empezó
a
recibir los diseños de las partes faltantes
y
gracias a estas poder llegar a consolidar una maquina no solo muy
potente sino también
muy
estable y segura en cualquier terreno pensado.
Y
finalmente
así
fue
como el joven pingüino
pudo
llegar a participar de esta importante
carrera,
en la cual destaco por encima de los demás
animales
que contaban con motos con diseños y piezas realmente muy potentes
pero que no terminaban de encajar con las cualidades y defectos de
cada competidor.
Al
año siguiente la carrera ya contaba no solo con los prestigiosos
leones marinos si no también
con
una enorme diversidad de animales que gracias a los planos
compartidos por la comunidad pudieron adaptar ese modelo a sus
necesidades como por ejemplo sus cualidades físicas.
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